Que irónica… que cruel es
muchas veces la vida,
¡ No es justo, no es justo!
y lo digo desde lo más
profundo
de mi corazón.
Ella es una mujer... sencilla,
amable.
Dado a su profesión oncóloga
tendría que llevar en el
corazón
una coraza, pero carece de
ella.
Cada paciente que por
desgracia
la abandona le resta un trocito
a su alma.
Y ahora tiene que probar su propia medicina,
la abandona le resta un trocito
a su alma.
Y ahora tiene que probar su propia medicina,
Sufrir en sus cuerpo y en su
mente
el sacrificio que requiere
enfrentarse
a esta enfermedad que dicho
sea de paso
con tantos adelantos de la
ciencia
no logran extirpar de la faz
de la tierra.
Ya se que hay muchas
enfermedades
crueles pero es esta con la
que estoy
enojada por irrumpir en la
vida de la
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